Niña prodigio, recibió instrucción en matemática, filosofía,
anatomía, historia natural y lenguas de Gaetano Tacconi, Profesor de Medicina
en la Universidad de Bolonia. Bassi desarrolló interés por la ciencia y fue
alentada por su familia y amigos, entre ellos el Cardenal Próspero Lambertini
(futuro Papa Benedicto XIV), para buscar un puesto académico.
Se graduó en 1732, obtuvo un puesto de profesora de
filosofía en la universidad y se convirtió en miembro de la Academia de
Ciencias de Bolonia. En 1738 su matrimonio con el médico y físico Giuseppe
Veratti, con quien tuvo doce hijos, le facilitó su carrera profesional. Como
mujer, hasta entonces había tropezado con numerosas dificultades. Por ejemplo,
podía celebrar conferencias públicas sólo con el consentimiento del Senado. En
1749, para paliar estas dificultades, inauguró un laboratorio privado, que se hizo
famoso en toda Europa y acogió a científicos de renombre y jóvenes destinados a
ser famosos. Sólo en 1776 el Senado de Bolonia le concedió la cátedra de física
experimental en el Instituto de Ciencias.